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Revolucion.
Esta Asamblea, creadora de un mundo nuevo, se dio cuenta de que para
consolidar su obra era preciso que las futuras generaciones ignorasen el
pasado. Todo lo que hacia referencia al periodo de miles y miles de anos
durante el cual dominaron los hombres quedo suprimido. Se destruyeron
los libros, los periodicos, los monumentos, todo lo que pudiera hacer
sospechar a los varones del porvenir la autoridad despotica ejercida por
sus antecesores. Unicamente en las bibliotecas de las universidades
conservamos las obras de aquellos tiempos; pero solo tienen permiso para
leerlas los profesores de indiscutible lealtad que se dedican al estudio
de la Historia.
Ademas, todos los que se habian considerado heroes y personajes
importantes durante la dominacion masculina fueron enviados a islas
remotas, y murieron obscuramente, lo mismo que Eulame.
Quedaron en poder de las mujeres escuelas y universidades, y solo se dio
en ellas una instruccion de acuerdo con las ordenes del gobierno. Si
usted pudiese hablar con las muchachas que frecuentan nuestros
establecimientos de ensenanza, se convenceria de que no tienen la menor
sospecha de como fue el mundo antes de la Verdadera Revolucion. Creen
que las hembras han gobernado siempre y que los varones forman un sexo
debil y timido, necesitado de que lo protejan. De hablar usted nuestro
idioma, el gobierno no me hubiese encargado que le contase la historia
nacional, ni yo me habria atrevido a revelarsela, a pesar de la simpatia
con que le miro. Piense que le estoy comunicando secretos de Estado y
que una imprudencia puede pagarse con la vida. Nosotros mismos, los
profesores, solo nos atrevemos a hablar da estos sucesos empleando el
ingles, para tener la certeza de que ningun curioso puede entendernos.
Confieso que la Revolucion causo muchas victimas y que aun hoy el
mantenimiento da sus reformas exige ciertas precauciones que tal vez
parezcan poco humanitarias; pero ique de beneficios nos trajo!... Hace
cincuenta anos que gobiernan las mujeres, y no ha habido una sola guerra
ni asomo de motivo capaz de provocarla en lo futuro. Hemos suprimido las
dos calamidades que excitaban la brutalidad de los hombres: la guerra y
el alcohol. Nuestros gobiernos se suceden provocando luchas da palabra
unicamente: sin choques sangrientos y sin revoluciones. Jamas fue tan
bien administrada la fortuna publica.
Las buenas condiciones de ahorro y de modestia que hubo de aprender la
mujer
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