ueron
Tus monarcas, Anahuac, y su orgullo:
20 Su vil supersticion y tirania
En el abismo del no ser se hundieron.
Si, que la muerte, universal senora,
Hiriendo a par al despota y esclavo,
Escribe la igualdad sobre la tumba.
25 Con su manto benefico el olvido
Tu insensatez oculta y tus furores
A la raza presente y la futura.
Esta inmensa estructura page 184
Vio a la supersticion mas inhumana
En ella entronizarse. Oyo los gritos
De agonizantes victimas, en tanto
Que el sacerdote, sin piedad ni espanto,
5 Les arrancaba el corazon sangriento;
Miro el vapor espeso de la sangre
Subir caliente al ofendido cielo
Y tender en el sol funebre velo,
Y escucho los horrendos alaridos
10 Con que los sacerdotes sofocaban
El grito del dolor.
Muda y desierta
Ahora te ves, Piramide. iMas vale
Que semanas de siglos yazgas yerma,
Y la supersticion a quien serviste
15 En el abismo del infierno duerma!
A nuestros nietos ultimos, empero,
Se leccion saludable; y hoy al hombre
Que ciego en su saber futil y vano
Al cielo, cual Titan, truena orgulloso,
20 Se ejemplo ignominioso
De la demencia y del furor humano.
EL NIAGARA
Templad mi lira, dadmela, que siento
En mi alma estremecida y agitada
Arder la inspiracion. iOh! icuanto tiempo
25 En tinieblas paso, sin que mi frente page 185
Brillase con su luz!... Niagara undoso,
Tu sublime terror solo podria
Tornarme el don divino, que ensanada
Me robo del dolor la mano impia.
5 Torrente prodigioso, calma, calla
Tu trueno aterrador: disipa un tanto
Las tinieblas que en torno te circundan;
Dejame contemplar tu faz serena,
Y de entusiasmo ardiente mi alma llena.
10 Yo digno soy de contemplarte: siempre
Lo comun y mezquino desdenando,
Ansie por lo terrifico y sublime.
Al despenarse el huracan furioso,
Al retumbar sobre mi frente el rayo,
15 Palpitando goce: vi al Oceano,
Azotado por austro proceloso,
Combatir mi bajel, y ante mis plantas
Vortice hirviendo abrir, y ame el peligro.
Mas del mar la fiereza
20 En mi alma no produjo
La profunda impresion que tu grandeza.
Sereno
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