para Espana despues de asesinar al moro _Manos-gordas_, marido
de la querellante, y de haberle robado cierto precioso pergamino....
10 Por todo ello, y muy principalmente por el atentado
contra el fraile en la capilla, S.M. el Rey ha recomendado
con particular encarecimiento a la Chancilleria[108-2] de Granada la
captura del tal facineroso y su inmediata ejecucion en aquella
misma capital.
15 Imaginese el que leyere el espanto y asombro de todos los
que oyeron esta relacion, asi como la angustia del tio Hormiga,
a quien no podia caber ya duda de que el pergamino estaba en
poder de aquel hombre isentenciado a muerte!
Atreviose, pues, el codicioso Alcalde, aun a riesgo de comprometerse
20 mas de lo que ya estaba, a llamar a un lado a Juan
Falgueira y a hablarle al oido, bien que anunciando antes al
concurso que iba a ver si lograba que confesase a Dios y a los
hombres sus delitos. Pero lo que hablaron en realidad ambos
_socios_ fue lo siguiente:
25 --iCompadre![108-3]--dijo el tio Hormiga.--iNi la Caridad[108-4]
lo salva[108-5] a usted! Pero ya conoce que sera lastima que ese
pergamino se pierda.... iDigame donde lo ha escondido!
--iCompadre!--respondio el gallego.--Con ese pergamino,
o sea[108-6] con el tesoro que representa, pienso yo negociar
30 mi indulto. Proporcioneme usted la Real gracia, y le entregare
el documento; pero, por lo pronto,[108-7] se lo ofrecere a los
jueces para que declaren que mi crimen ha prescrito[108-8] en estos
quince anos de expatriacion....
(p109)
--iCompadre!--replico el tio Hormiga--es usted un
sabio, y celebrare que le salgan bien todos sus planes. Pero,
si fracasan, ipor Dios le pido que no se lleve a la tumba un
secreto que no aprovechara a nadie!
05 --iVaya si me lo llevare![109-1]--contesto Juan Falgueira--iDe
algun modo me he de vengar[109-2] del mundo!
--iVamos andando![109-3]--grito en esto el alguacil, poniendo
termino a aquella curiosa conferencia.
Y, cargado que fue de grillos y esposas el condenado a
10 muerte, salieron con el los curiales y los soldados en direccion
a la ciudad de Guadix, de donde habian de conducirlo a la de
Granada.
--iEl demonio! iEl demonio!--seguia diciendo la mujer
del tio Juan Gomez una hora de
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