venir nada bueno! iTodo esto es cosa
30 de Lucifer!
(p107)
--iPronto! ipronto!--anadio el forastero.--iSaqueme
usted por la puerta del corral!
--iBien! Pero deme usted antes las senas del tesoro....--expuso
el tio Hormiga.
05 --Senor Alcalde....--seguian diciendo los que llamaban a
la puerta. --iAbra usted! iEl pueblo esta cercado! iParece
que buscan a ese hombre que habla con usted hace una
hora!...
--iAbrid al Juzgado de primera instancia![107-1]--grito por
10 ultimo una voz imperiosa, acompanada de fuertes golpes
dados a la puerta.
--iNo hay remedio!--dijo el Alcalde, yendo a abrir, mientras
que el forastero se encaminaba por la otra puerta en busca
del corral.
15 Pero el mayoral y el cabrero, advertidos de todo, le cerraron
el paso, y entre ellos y los soldados, que ya penetraban tambien
por aquella puerta, lo cogieron y ataron sin contratiempo
alguno, aunque aquel diablo de hombre desplego en la lucha
las fuerzas y la agilidad de un tigre.
20 El alguacil del Juzgado, a cuyas ordenes iban un escribano y
veinte soldados de infanteria, contaba entre tanto al despavorido
Alcalde las causas y fundamentos de aquella prision tan
aparatosa.
--Ese hombre--decia--con quien usted estaba encerrado
25 ... no se por que, hablando de... no se que asunto, es el
celebre gallego Juan Falgueira, que degollo y robo hace quince
anos a unos senores, de quienes era mulero, en cierta caseria
de la vega de Granada, y que se escapo de la capilla la vispera
de la ejecucion vestido con el habito del fraile que lo auxiliaba,
30 a quien dejo alli medio estrangulado. El mismisimo Rey
(q.D.g.[107-2]) recibio hace quince dias una carta de Ceuta,
firmada por un moro llamado _Manos-gordas_, en que le decia
que Juan Falgueira, despues de haber residido largo tiempo en (p108)
Oran y otros puntos de Africa, iba a embarcarse para Espana,
y que seria facil echarle mano[108-1] en Aldeire del Cenet,
pensaba comprar una torre de moros y dedicarse a la mineria....
Al propio tiempo el Consul espanol en Tetuan escribia a
05 nuestro Gobierno participandole que una mora llamada Zama
se le habia presentado quejandose de que el renegado espanol
ben-Munuza, antes Juan Falgueira, acababa de embarcarse
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