L CABALLERO
iSopla esa luz, grandisima bruja!
LA ROJA
iAve Maria! iQue fieros! iNi que le hubiera salido un lobo al camino!
EL CABALLERO
iHe visto La Hueste!
LA ROJA
iBrujas fuera! iArreniegote, Demonio!
_Sopla la vieja el candil y se santigua medrosa. Cierra el porton y
corre a tientas por juntarse con su amo, que ya comienza a subir la
escalera_.
EL CABALLERO
Despues de haber visto las luces de la muerte, no quiero ver otras
luces, si debo ser de Ella....
LA ROJA
Hace como cristiano.
EL CABALLERO
Y si he de vivir, quiero estar ciego hasta que nazca la luz del sol.
LA ROJA
iAmen!
EL CABALLERO
Mi corazon me anuncia algo, y no se lo que me anuncia... Siento que un
murcielago revolotea sobre mi cabeza, y el eco de mis pasos, en esta
escalera oscura, me infunde miedo, Roja.
LA ROJA
iArreniegote, Demonio! iArreniegote, Demonio!
_Al oir un largo relincho acompanado de golpes en el porton, Don Juan
Manuel se detiene en lo alto de la escalera_.
EL CABALLERO
?Has oido, Roja?
LA ROJA
Si, mi amo.
EL CABALLERO
?Que rayos sera?
LA ROJA
No jure, mi amo.
EL CABALLERO
iEl Demonio me lleve!... iSe ha quedado la bestia fuera!
LA ROJA
iLa bestia del trasgo!...
EL CABALLERO
iLa bestia que yo montaba! Despierta a Don Galan para que la meta en la
cuadra.
LA ROJA
Denantes llamandole estuve porque bajare a abrir, y no hubo modo de
despertarlo. iCon perdon de mi amo, hasta le di con el zueco!
_El caballero se sienta en un sillon de la antesala, y la vieja se
acurruca en el quicio de la puerta. Se oye de tiempo en tiempo el largo
relincho y golpear del casco en el porton_.
EL CABALLERO
Prueba otra vez a despertarle.
LA ROJA
Tiene el sueno de una piedra.
EL CABALLERO
Vuelve a darle con el zueco.
LA ROJA
Ni que le de en la croca.
EL CABALLERO
Pues le arrimas el candil a las pajas del jergon.
LA ROJA
iAve Maria!
_Sale la vieja andando a tientas. Canta un gallo, y el hidalgo, hundido
en su sillon de la antesala, espera con la mano sobre los ojos. De
pronto se estremece. Ha creido oir un grito, uno de esos gritos de la
noche, inarticulados y por demas medrosos. En actitud de incorporarse,
escucha. El viento se retuerce en el hueco de las ventanas, la lluvia
azota los cristales, las puertas cerradas tiemblan en sus goznes.
iToc-toc!... iToc-toc!... Aquellas puertas de vieja traceria y floreado
cerrojo, sienten e
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